sábado, 22 de noviembre de 2008

Pintura que cambia de color

[caption id="attachment_482" align="alignleft" width="250" caption="- Imagen: Sophie -"]- Imagen: Sophie -[/caption]

Las pinturas termocrómicas son aquéllas que varían de color debido a cambios de temperatura. Permiten detectar cuándo una superficie está caliente o fría. Se pueden utilizar en radiadores, partes de motores, equipamiento doméstico o puertas antifuego, pero también son muy útiles en la carretera para detectar la presencia de hielo. Un estudio sobre pinturas y tintas de imprimir realizado por el Departamento de Materiales de Fundación CIDEMCO para el Observatorio Químico Industrial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ("Análisis de las líneas de I+D+i a nivel internacional. Comparación con la realidad nacional") pone de manifiesto las "múltiples aplicaciones" de estos productos.



Los sistemas termocrómicos no reversibles, por ejemplo, son habituales en bandas adhesivas que se emplean en distintas partes de un objeto para confirmar que ha alcanzado la temperatura deseada. Las investigaciones más recientes tratan de aplicar este método a los alimentos. Se intenta dar con un sistema de marcado que cambie de color irreversiblemente cuando el producto haya estado almacenado a temperaturas demasiado altas. "Mediante la incorporación de esta tinta en el código de barras, se puede realizar un sistema automático de detección y rechazo, así como un aviso visible para el consumidor", explica el estudio.

En la misma línea, pero aunque "de forma más sofisticada", se analiza la posibilidad de obtener recubrimientos y tintas que informen sobre la historia térmica del envase. La idea es conocer si el alimento o el medicamento en cuestión han estado almacenados durante un breve espacio de tiempo o durante periodos largos a temperaturas elevadas o superiores a las que implican un almacenaje seguro.

Fuente: Consumer, Euroski

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