[/caption]Satisfecho y orgulloso de su obra el arquitecto valenciano Santiago Calatrava visitó ayer las obras del Ágora donde se celebrará en noviembre del año que viene el Open 500 de Tenis. "Todo va a buen ritmo y estará acabado para la fecha prevista aunque se trata de una lucha hasta el último segundo, como ocurre con las construcciones de las Olimpiadas", explicó mientras recorría la obra acompañado por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que acudió unos minutos a saludar al arquitecto disculpándose porque tenía que la agenda muy ocupada.
La visita continuó con el vicepresidente de Economía, Gerardo Camps, y Calatrava le explicó los pormenores de esta obra formada por 49 pórticos metálicos que no estará concluida en marzo como en un principio se había anunciado y finalizará justo para la cita obligada con el tenis a finales de 2009.
El uso inicial que se le dará a esta plaza cubierta será la celebración del Open de Tenis, pero tras este acontecimiento, el espacio está pendiente para explotarlo y ayer el arquitecto Calatrava ya adelantaba que le encantaría que el Ágora fuera la Lonja del siglo XXI y albergara exposiciones, eventos y fuera el centro neurálgico de la ciudad.
El arquitecto explicó que durante siglos la Lonja fue punto de encuentro de la sociedad valenciana y el Ágora "lógicamente se convertirá en uno de los centros importantes de la ciudad, en un sitio fácilmente accesible y en un elemento referencial que la próxima generación, y así lo deseo, sabrá incluso multiplicarlo y sacar los frutos que nosotros soñamos que puedan sacar", aseguraba Calatrava con vehemencia.
Este centro neurálgico supone una concentración de elementos, pero para él no supone una gran densidad como otros arquitectos han criticado. "Evidente sí que hay cierta densificación de dos elementos significativos. El puente de l'Assut de l'Or y el Ágora, pero esa característica acentúa que esto se va a convertir en un centro de la ciudad", matizó.
Fuente: Las provincias
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