El dato, uno de los muchos indicadores sobre el mercado inmobiliario, refleja que la gente está nerviosa y prefiere no comprar o cambiar sus casas por ahora.
La crisis ha llegado aunque de momento sea más psicológica que real, apuntan las consultas hechas. Es cierto que han cerrado inmobiliarias y la construcción expulsa trabajadores al paro, pero las familias ya han aguantado dos años de subida de las hipotecas sin problemas dramáticos, y la gente sigue trabajando.
Ha llegado, es real dejemos de vivir en el país de las maravillas. Algunos les conviene ignorar para seguir viviendo con nuestro repaldo. No nos conteis milongas, busquemos soluciones.
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