El mayor y más controvertido proyecto urbanístico de Gavà y uno de los de más calado e impacto del área metropolitana, el plan de Ponent, sigue quemando etapas pese a todo. En plena caída libre de la construcción y bajo un bombardeo diario de datos económicos negativos, el ayuntamiento y el área metropolitana han acordado poner en marcha el megaplán (186 hectáreas y 4.896 viviendas) con la construcción de un primer paquete de 874 pisos de protección oficial.Las obras deben empezar a finales del 2010 en el futuro barrio de Can Ribes, alrededor del actual parque de bomberos que será trasladado, uno de los tres donde se ubicarán las nuevas viviendas.
El instituto metropolitano del suelo Impsol invertirá 216 millones en la operación, 32 de ellos en la compra de terrenos del vasto paraje natural afectado, parte del cual es un bosque que actúa de conector ecológico entre el parque del Garraf, el delta del Llobregat y el mar. En este espacio están situadas las emble-
máticas colinas del Calamot y del Caçagats, dos referentes del paisaje y la historia de Gavà. Su preservación está en el origen de la tenaz oposición que el plan ha despertado desde hace años en algunos sectores.
Noticia original El periodico
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