martes, 28 de octubre de 2008

La constructora Pedralbes suspende pagos y presenta ERE para 240 trabajadores

[caption id="attachment_244" align="alignleft" width="149" caption=" "]Constructora Pedralbes[/caption]

Un grupo promotor y constructor barcelonés controlado por las familias Gómez-Llera y Ruiz Mirete, presentó el viernes concurso de acreedores - la antigua suspensión de pagos- con unas deudas de 154,6 millones de euros. El grupo se suma a la ya larga lista de firmas víctimas de la crisis inmobiliaria, que ha paralizado las ventas de viviendas, y financiera, con los bancos opuestos a ampliar los créditos a las empresas, a refinanciarlos e incluso ya a descontar efectos comerciales. El grupo Pedralbes, que declara un superavit patrimonial de 2,75 millones de euros, confía en que el concurso le permita asegurar su continuidad. La firma, prácticamente paralizada las últimas semanas por falta de liquidez, presentará también un expediente de regulación de empleo que puede afectar hasta a 240 personas, de una plantilla de 273 trabajadores, y al amparo del concurso prevé iniciar también una venta ordenada de activos.




El grupo, asesorado por el bufete Jausas, ha presentado concurso de la matriz, Constructora Pedralbes, y de sus participadas Alfaida, Comfour, Copesa Gracia y Copesa. La insolvencia afectará también a las uniones temporales de empresas (UTE) con las que la firma está desarrollando diversas promociones inmobiliarias.

Pedralbes, que el año pasado celebró su vigésimo aniversario, facturó el año pasado 147 millones de euros, tras una fuerte expansión que le llevó a tener promociones en Madrid, Andalucía, Cantabria, Canarias y a empezar a introducirse incluso en Polonia.

La firma ganó 2,1 millones en el ejercicio 2007, y cuenta con una cartera de obras de 180 millones de euros, de los que 90 corresponden a proyectos ya en marcha.

Agustín Bou, socio de Jausas, señala que la firma ha intentado desde el verano negociar un plan de viabilidad con la banca, a la que adeuda cerca de 90 millones de euros, para aplazar los pagos pendientes y obtener financiación adicional para afrontar los impagos de sus clientes promotores, por valor de 15 millones de euros (el 80% de su actividad constructora era para terceros). En los últimos días, sin embargo, diversas entidades decidieron no apoyar el plan de viabilidad, lo que unido a las exigencias de los proveedores de garantizar los pagos para seguir con los suministros ha abocado a la firma a la insolvencia. Entre la veintena de acreedores bancarios del grupo destacaban, en agosto, Caixa Catalunya (22 millones), Caixa Galicia (8 millones), La Caixa (8 millones) y Caixa Penedès (4,7).

Fuente

La Vanguardia

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