Un ácido debate enfrenta a partidarios y detractores de acabar la obra de Gaudí - Oriol Bohigas revela que Maragall defendió completar el templo barcelonés
A la pregunta de por qué el primer Ayuntamiento socialista de Barcelona no hizo nada para parar las obras de finalización de la Sagrada Familia, a pesar de que su delegado de Urbanismo entre 1980 y 1984, Oriol Bohigas, había abanderado la contestación contra las mismas, el arquitecto desveló ayer: "Porque Maragall, como explica en sus recientes memorias [Oda inacabada], era partidario de continuarlas. Un tío suyo [Juan Antonio Maragall] formaba parte de la junta constructora". Como los Güell o los Bocabella, la familia Maragall estuvo en esa junta, cuyo presidente nato es el arzobispo de Barcelona, desde su fundación, en 1893. Aún hoy ocupa un puesto de vocal Roser Maragall Garriga, prima del ex alcalde y ex presidente de la Generalitat.
Oriol Bohigas participó ayer en un vivo debate en el Fomento de las Artes Decorativas (FAD) que reunió a un amplio abanico de profesionales para debatir sobre dos obras de Gaudí que se hallan en el epicentro de la polémica: la Sagrada Familia y la Cripta Güell de Santa Coloma de Cervelló, a 15 kilómetros de Barcelona. El acto reunió tanto a detractores de estas últimas intervenciones -como Quim Espanyol, autor de un extenso informe sobre la Cripta, encargado por el Ministerio de Cultura; Juanjo Lahuerta, arquitecto e historiador, o Elías Torres, autor de la reforma del Parque Güell, entre otros- como a defensores: estaba José Luis González, para defender su reforma de la Cripta Güell, o Jordi Rogent, responsable municipal del patrimonio arquitectónico, que defiende la reforma.
Fuente: Noticia completa en +Arquitectura
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